martes, 31 de marzo de 2020

¿Garantiza la ciencia la verdad, según Aristóteles?



Autoras: María.A, Sonia, Sandra, Cecilia, Miriam, Vanessa Y Claudia 2 Bach B.

Coordinadora: Zulema Ortiz


¿Garantiza la ciencia la verdad, según Aristóteles?
La verdad se entiende como una concordancia entre lo que se dice/piensa/cree con lo que «es». La ciencia es el conjunto de conocimientos que se organizan de forma sistemática obtenidos a partir de la observación, experimentación y razonamiento dentro de áreas específicas, se hace sobre aquello que no puede ser de otra manera. Aristóteles concibe a la verdad como una cualidad del juicio, solamente el juicio es susceptible de ser verdadero o falso. De este modo Aristóteles piensa que la ciencia garantiza la verdad por las siguientes razones:

Desde el ámbito de la política, ésta es una ciencia sobre lo probable, lo que podría ser de muchas maneras. Por otro lado, estaría la ciencia, ésta estudia e investiga lo que ocurre solo de una manera, es decir, de modo necesario. En ambos casos hablamos de ciencia porque son elaboradas por la parte racional del ser humano, pues es la razón la que hace ciencia teórica y práctica, y cualquier otra forma de conocimiento de la verdad, sin la razón, sería erróneo, por lo que, nos atreveríamos a afirmar que, según Aristóteles, sólo la ciencia elaborada con la razón garantizaría la verdad. 
Por otro lado, Aristóteles se refiere, en la Metafísica, a distintos grados por los que se accede al saber: las sensaciones, el recuerdo, la experiencia, el arte y la ciencia. Todo conocimiento comienza por los sentidos, los cuales reproducen fielmente la realidad. Entonces, la ciencia sí garantiza la verdad ya que sigue un proceso de abstracción, desde lo material, percibido por los sentidos hasta el concepto universal, aprendido por el entendimiento. Además, para Aristóteles, los saberes teóricos ( la física, las matemáticas y la metafísica) que están dentro de la ciencia, son exactas y rigurosas y estudia cosas que son invariables. Por ejemplo, las matemáticas, siempre podremos decir que 2+2=4.
Llegamos a la siguiente conclusión, Aristóteles nos dice que la verdad consiste en decir de aquello que es, que es, y de aquello que no es, que no es, y sostenía una correspondencia entre el pensamiento o juicio y la realidad. Por lo tanto, sí,la ciencia  garantiza la verdad por su correspondencia entre el ámbito lógico y el ontológico.


FUENTES:

lunes, 23 de marzo de 2020

Ejemplo de cómo elaborar documento de posición para debate.


Ejemplo de cómo elaborar documento de posición para debate.

PASO 1:
  1. Identificar la pregunta que coordina.

Imaginemos que me he responsabilizado de la siguiente pregunta: ¿Sería su posición favorable a la eutanasia? Se refiere al filósofo que estamos investigando. Por ejemplo Aristóteles.

PASO 2:

  1. Todos los miembros del equipo han investigado al filósofo por tanto, deben hacer una propuesta de solución a esta pregunta y enviarla al coordinador igual que hacéis con las preguntas de verificación.

Imaginemos que un equipo de Aristóteles cordinado por una tal Carmen, recibe las siguientes propuestas de respuesta a la pregunta, de las integrantes del equipo:

Begoña, por ejemplo, investigó Las excelencias del carácter o “virtudes éticas” y su relación con las “virtudes dianoéticas” y propone la siguiente respuesta:Yo creo que Aristóteles esta cuestión la enfocaría así:

La función racional al ejercer la facultad deliberativa o inteligencia práctica sobre lo probable, en especial, sobre los deseos que brotan del alma apetitiva o deseante, puede recibir el deseo de una persona de querer acabar con su vida por la baja calidad de la misma. Este deseo debe ser sometido a esta facultad deliberativa y como resultado debe realizar una acción virtuosa que se aleje de los extremos por defecto y por exceso. Por tanto, un exceso sería la eutanasia activa, inyectarse una sustancia para morir, pero el defecto sería sufrir una vida insoportable, por lo que el término medio podría ser la eutanasia pasiva, es decir, dejar de tomar los medicamentos necesarios para vivir, o comer menos para debilitarse... y favorecer la acelaración de la mujerte.

Fuentes: Carlos Roser, Aristóteles, (Editorial Diálogo) páginas 85-120. ”.


Amparo, por ejemplo, investigó: Las excelencias del carácter como términos medios: la individualización de la excelencia y propone la siguiente respuesta:Yo creo que Aristóteles esta cuestión la enfocaría así:

El término medio no es lo mismo para todos, por ejemplo, para un corredor de maratones entrenar todos los días 7 kilómetros es el término medio, pero para una persona que no suele hacer deporte, el término medio sería comenzar corriendo cinco minutos, caminar 4 minutos, correr otros 5, caminar 4... Aplicado al caso de la eutanasia habría que analizar con detalle cada caso, pues puede haber gente que pida la eutanasia por depresión, por falta de recursos económicos y de personas que le cuiden...etc. Por lo que yo creo que Aristóteles sería partidario de que si se aprobase una ley debería atender cada caso por separarlo sin compararlos con los demás.

Fuentes: Carlos Roser, Aristóteles, (Editorial Diálogo) páginas 37-85

Letizia, por ejemplo, investigó: La Política y propone la siguiente respuesta:Yo creo que Aristóteles esta cuestión la enfocaría así:

Según Aristóteles la política busca la felicidad de todos. Aristóteles concede mucha importancia a la promulgación y elaboración de leyes justas que ayuden a los ciudadanos a elegir el término medio. Además considera muy importante tomar como criterio aquellos ciudadanos que todo el mundo admira por ser un ejemplo de virtud. Hoy en día si tenemos en cuenta algunos casos recientes de eutanasia como el de María José Carrasco, a la que su marido le facilitó el veneno mortal después de pedírselo ella, nos damos cuenta de que mucha gente apoya al marido, y lo considera virtuoso, aunque por incumplir la ley, le han encarcelado, por tanto, Aristóteles consideraría que habría que aprobar una ley que permitiese la eutanasia, porque ciudadanos considerados virtuosos por todos la han practicado.

Fuentes:



Luisa, por ejemplo, investigó: Felicidad, bien y virtud” .Yo creo que Aristóteles esta cuestión la enfocaría así:

La felicidad según Aristóteles sólo se consigue si realizamos excelentemente aquello para la que nuestra naturaleza está diseñada. Y nuestra naturaleza según Aristóteles está diseñada para pensar. De hecho como el término medio no es el mismo para todos, siempre tenemos que estar pensando cual es el nuestro para cada situación y eso nos obliga a pensar, por eso buscar el término medio es la virtud, porque nos hace pensar. Esto me hace pensar que Aristóteles sería partidario de la eutanasía pasiva, al menos en aquellos casos en los que el paciente está en estado vegetativo y científicamente presente un diagnóstico irrecuperable, por tanto, no al no poder ni pensar, que es lo más propio de los seres humanos, sería justo la eutanasia, máxime si dio su consentimiento en un testamento vital.
Fuentes


Ana y María , por ejemplo, investigaron :Metafísica y Física, y la Teoría del Conocimiento . Dicen: Chicas por más que lo intento no lo consigo ver desde el tema que yo expuse, me paso a leer otro que no me tocó a mí a ver si encuentro algo. La coordinadora le puede contestar, Ana y María, tranquilas, como el documento de posición sólo ha de ocupar una hoja, si queréis investigad algo sobre el problema de la eutanasia hoy en día, los tipos de eutanasia... etc. Porque del filósofo ya tenemos bastante con las otras aportaciones. Entonces Ana y María investigan y le envían los siguiente:
La palabra eutanasia por etimología significa la buena muerte. Normalmente consiste en facilitar una muerte sin sufrimiento a las personas con un diagnóstico médico irrecuperable y que llevan una vida de sufriemiento muy intenso. Se distinguen varios tipos, pero los fundamentales son la pasiva, que consiste en dejar morir al enfermo al no proporcionarle medicamentos o servicios imprescindibles para que siga vivo, y activa, facilitarle algún producto que le permita morir normalmente con el mínimo sufrimiento posible. En la actualidad la eutanasia está prohibida en España aunque hay asociaciones que defienden su legalidad y ayudan a asistir a personas que la tienen. En Holanda está permitida, y para llevarla a cabo se necesita un protocolo supervisado por expertos en medicina que garanticen que el paciente la solicita en pleno uso de la ratón, sin estar perturbada por depresión ni otros factores subsanables.
Fuentes:


PASO 3:
3. Ahora la coordinadora con esta información debe hacer una propuesta de redacción al resto del equipo sobre esta cuestión: (Pongo en negro, el trabajo que por ejemplo haría la coordinadora)
    ¿Sería la posición de Aristóteles favorable a la eutanasia?


La palabra eutanasia por etimología significa la buena muerte. Normalmente consiste en facilitar una muerte sin sufrimiento a las personas con un diagnóstico médico irrecuperable y que llevan una vida de sufrimiento muy intenso. Se distinguen varios tipos, pero los fundamentales son la pasiva, que consiste en dejar morir al enfermo al no proporcionarle medicamentos o servicios imprescindibles para que siga vivo, y activa, facilitarle algún producto que le permita morir normalmente con el mínimo sufrimiento posible. En la actualidad la eutanasia está prohibida en España aunque hay asociaciones que defienden su legalidad y ayudan a asistir a personas que la tienen. En Holanda está permitida, y para llevarla a cabo se necesita un protocolo supervisado por expertos en medicina que garanticen que el paciente la solicita en pleno uso de la ratón, sin estar perturbada por depresión ni otros factores subsanables. Pensamos que la posición de Aristóteles podría ser favorable a la eutanasia, especilamente la pasiva, por las siguientes razones.

La felicidad según Aristóteles sólo se consigue si realizamos excelentemente aquello para la que nuestra naturaleza está diseñada. Y nuestra naturaleza, según Aristóteles, está diseñada para pensar. De hecho como el término medio no es el mismo para todos, siempre tenemos que estar pensando cual es nuestro término medio para cada situación, y eso nos obliga a pensar, por eso, para Aristóteles, buscar el término medio es la virtud, porque nos hace pensar. Esto nos lleva a defender que Aristóteles sería partidario de la eutanasía pasiva, al menos en aquellos casos en los que el paciente está en estado vegetativo y científicamente presente un diagnóstico irrecuperable, por tanto, al no poder ni pensar, que es lo más propio de los seres humanos, sería justo la eutanasia, máxime, si dio su consentimiento en un testamento vital. Pero a este argumento hemos de añadir el argumento que llamaremos del término medio.

La función racional al ejercer la facultad deliberativa o inteligencia práctica sobre lo probable, es decir, sobre los deseos que brotan del alma apetitiva o deseante, puede recibir el deseo de querer acabar con su vida por el mucho sufrimiento que soporta. Este deseo debe ser sometido a esta facultad deliberativa y como resultado debe realizar una acción virtuosa que se aleje de los extremos por defecto y por exceso. Por tanto, un exceso sería la eutanasia activa, inyectarse una sustancia para morir, pero el extremo por defecto, sería sufrir una vida insoportable, por lo que el término medio podría ser la eutanasia pasiva, es decir, dejar de tomar los medicamentos necesarios para sobrevivir con un dolor insoportable, o comer menos para debilitarse... y favorecer la acelaración de la mujerte. Además de este agumento del término medio o argumento ético, podríamos añadir un argumento político.

Según Aristóteles la política busca la felicidad de todos. Aristóteles concede mucha importancia a la promulgación y elaboración de leyes justas que ayuden a los ciudadanos a elegir el término medio y ser virtuosos. Además, considera muy importante tomar como criterio las elecciones de aquellos ciudadanos que todo el mundo admira por ser un ejemplo de virtud en sus decisiones, elecciones y acciones. Hoy en día, si tenemos en cuenta algunos casos recientes de eutanasia como el de María José Carrasco, a la que su marido le facilitó el fármaco mortal después de pedírselo ella, nos damos cuenta de que mucha gente apoyó la aplicación de la eutanasia y el apoyo del marido, y lo considera virtuoso, aunque, por incumplir la ley, le hayan encarcelado, por tanto, Aristóteles consideraría que habría que aprobar una ley que permitiese la eutanasia, porque ciudadanos considerados virtuosos por una amplia mayoría la han practicado. No obstante hemos de tener en cuenta que Aristóteles no sería partidario de una ley general sin mirar a los casos particulares,

El término medio no es lo mismo para todos, por ejemplo, para un corredor de maratones entrenar todos los días 7 kilómetros es el término medio, pero para una persona que no suele hacer deporte, el término medio sería comenzar corriendo cinco minutos, caminar 4 minutos, correr otros 5, caminar 4... Aplicado al caso de la eutanasia habría que analizar con detalle cada caso, pues puede haber casos que pidan la eutanasia por depresión, o por falta de recursos económicos, opor falta de personas que les cuiden...etc. Por lo que defendemos que Aristóteles sería partidario de que si se aprobase una ley debería atender cada caso por separlo sin compararlos con los demás”.

En definitiva, Aristóteles sería partidario de la eutanasia en los casos en los que la facultad racional está anulada; sería también partidario cuando la eutanasía activa fuese un extremo y el permanecer con vida comportase un sufrimiento insoportable; sería partidario porque ciudadanos considerados virtuosos por una mayoría la han llevado a cabo siguiendo un criterio que han calificado como justo; sería partidario de que si se aprobase una ley debería atender cada caso por separlo sin compararlos con los demás.

Fuentes:


Fuentes: Carlos Roser, Aristóteles, (Editorial Diálogo) páginas 37-85

PASO 4:

    4. La coordinadora enviaría su propuesta de redacción definitiva al equipo. Y el equipo hará sugerencias de modificación o le dará el okey para enviarlo al profesor añadiendo al final la rúbrica.
PASO 5:

Realizadas las enmiendas la coordinadora enviará en archivo adjunto, en formato word, (no vale compartir en drive, ni formato pdf) al profesor a la dirección agullo_alf@gva.es

Autoras: Ana Fernández, María Gutiérrez, Luisa García, Letizia Gómez, Amparo Agulló, Begoña Sarmiento, Carmen Crespo. 2 Bat B.
Coordinadora: Carmen Crespo.

    ¿Sería la posición de Aristóteles favorable a la eutanasia?

La palabra eutanasia por etimología significa la buena muerte. Normalmente consiste en facilitar una muerte sin sufrimiento a las personas con un diagnóstico médico irrecuperable y que llevan una vida de sufrimiento muy intenso. Se distinguen varios tipos, pero los fundamentales son la pasiva, que consiste en dejar morir al enfermo al no proporcionarle medicamentos o servicios imprescindibles para que siga vivo, y activa, facilitarle algún producto que le permita morir normalmente con el mínimo sufrimiento posible. En la actualidad la eutanasia está prohibida en España aunque hay asociaciones que defienden su legalidad y ayudan a asistir a personas que la tienen. En Holanda está permitida, y para llevarla a cabo se necesita un protocolo supervisado por expertos en medicina que garanticen que el paciente la solicita en pleno uso de la ratón, sin estar perturbada por depresión ni otros factores subsanables. Pensamos que la posición de Aristóteles podría ser favorable a la eutanasia, especilamente la pasiva, por las siguientes razones.

La felicidad según Aristóteles sólo se consigue si realizamos excelentemente aquello para la que nuestra naturaleza está diseñada. Y nuestra naturaleza, según Aristóteles, está diseñada para pensar. De hecho como el término medio no es el mismo para todos, siempre tenemos que estar pensando cual es nuestro término medio para cada situación, y eso nos obliga a pensar, por eso, para Aristóteles, buscar el término medio es la virtud, porque nos hace pensar. Esto nos lleva a defender que Aristóteles sería partidario de la eutanasía pasiva, al menos en aquellos casos en los que el paciente está en estado vegetativo y científicamente presente un diagnóstico irrecuperable, por tanto, al no poder ni pensar, que es lo más propio de los seres humanos, sería justo la eutanasia, máxime, si dio su consentimiento en un testamento vital. Pero a este argumento hemos de añadir el argumento que llamaremos del término medio.

La función racional al ejercer la facultad deliberativa o inteligencia práctica sobre lo probable, es decir, sobre los deseos que brotan del alma apetitiva o deseante, puede recibir el deseo de querer acabar con su vida por el mucho sufrimiento que soporta. Este deseo debe ser sometido a esta facultad deliberativa y como resultado debe realizar una acción virtuosa que se aleje de los extremos por defecto y por exceso. Por tanto, un exceso sería la eutanasia activa, inyectarse una sustancia para morir, pero el extremo por defecto, sería sufrir una vida insoportable, por lo que el término medio podría ser la eutanasia pasiva, es decir, dejar de tomar los medicamentos necesarios para sobrevivir con un dolor insoportable, o comer menos para debilitarse... y favorecer la acelaración de la mujerte. Además de este agumento del término medio o argumento ético, podríamos añadir un argumento político.

Según Aristóteles la política busca la felicidad de todos. Aristóteles concede mucha importancia a la promulgación y elaboración de leyes justas que ayuden a los ciudadanos a elegir el término medio y ser virtuosos. Además, considera muy importante tomar como criterio las elecciones de aquellos ciudadanos que todo el mundo admira por ser un ejemplo de virtud en sus decisiones, elecciones y acciones. Hoy en día, si tenemos en cuenta algunos casos recientes de eutanasia como el de María José Carrasco, a la que su marido le facilitó el fármaco mortal después de pedírselo ella, nos damos cuenta de que mucha gente apoyó la aplicación de la eutanasia y el apoyo del marido, y lo considera virtuoso, aunque, por incumplir la ley, le hayan encarcelado, por tanto, Aristóteles consideraría que habría que aprobar una ley que permitiese la eutanasia, porque ciudadanos considerados virtuosos por una amplia mayoría la han practicado. No obstante hemos de tener en cuenta que Aristóteles no sería partidario de una ley general sin mirar a los casos particulares,

El término medio no es lo mismo para todos, por ejemplo, para un corredor de maratones entrenar todos los días 7 kilómetros es el término medio, pero para una persona que no suele hacer deporte, el término medio sería comenzar corriendo cinco minutos, caminar 4 minutos, correr otros 5, caminar 4... Aplicado al caso de la eutanasia habría que analizar con detalle cada caso, pues puede haber casos que pidan la eutanasia por depresión, o por falta de recursos económicos, opor falta de personas que les cuiden...etc. Por lo que defendemos que Aristóteles sería partidario de que si se aprobase una ley debería atender cada caso por separlo sin compararlos con los demás”.

En definitiva, Aristóteles sería partidario de la eutanasia en los casos en los que la facultad racional está anulada; sería también partidario cuando la eutanasía activa fuese un extremo y el permanecer con vida comportase un sufrimiento insoportable; sería partidario porque ciudadanos considerados virtuosos por una mayoría la han llevado a cabo siguiendo un criterio que han calificado como justo; sería partidario de que si se aprobase una ley debería atender cada caso por separlo sin compararlos con los demás.

RÚBRICA PARA DOCUMENTO DE POSICIÓN PARA DEBATE AGFIDE.
DESCRITPORES
ESPECIFICACIONES DE LOS DESCRIPTORES
1,2
3,4
5,6
7,8
9,1
1. Datos
1.1 Datos de los miembros del equipo, y coordinador.








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1. 2 Formato del archivo word. No acepto pdf.








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1.3 Letra tamaño 12. Tipo letra: Arial. Interlineado 1








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1.4 Ocupa como máximo una carilla.
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2. Título de la pregunta
2.1 El título es la pregunta del debate.








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3. PARRAFO 1.
3,1 Explica la problemática de la pregunta en un párrafo.








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3.2. Anuncia la posición que argumentará.








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4 PÁRRAFO 2.
4.1. Argumenta con una idea del filósofo su posición.








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4.2 La argumentación es rigurosa.








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4.3 Si es necesario pone ejemplos y es didáctico.








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5 PÁRRAFO 3. (Se aceptan más párrafos con esta estructura o más ingeniosa si se os ocurre)
5.1 Argumenta con una segunda idea del filósofo.








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5.2. La argumentación es rigurosa.








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5.3 Si es necesario pone ejemplos y es didáctico.








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6 Está bien estructurado










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7. Es clara y se expresa bien








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9. Comente pocas faltas de ortografía










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10. Es congruente.










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11 Cita fuentes de información.










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12 Valoración general










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13. Apto para exposición pública


SI
14. Presentado en plazo para ser corregido antes de la exposición pública
SI
NOTA: 9'5

PASO 5: Cada equipo debe hacer este proceso con cada una de las preguntas enviadas, es decir, si son 6 en el equipo, 6 preguntas según este procedimiento, si son 8, pues 8 preguntas según este procedimiento.

miércoles, 18 de marzo de 2020

TEORÍA DEL CONOCIMIENTO Y MATEMÁTICAS.

TEORÍA DEL CONOCIMIENTO Y MATEMÁTICAS.

La virtud  para Aristóteles es la elección del término medio por la inteligencia práctica. Esa acción elegida por la inteligencia práctica desde el término medio ha de estar adecuada al individuo singular y a la situación. Para Aristóteles, el científico es aquél que busca la verdad metafísica de las sustancias concretas y la sustancia suprema. La matemática no trata de la sustancia, sólo puede calificarla cuantitativamente. Por tanto, la virtud del científico radica en analizar la sustancia  con la razón de manera especulativa,  pretender hacer de la matemática la verdadera ciencia, sería un error por exceso, y prescindir de ella totalmente, sería un error por defecto, por lo que, la virtud estaría en   utilizar la matemática sólo como una posibilidad y herramienta para describir algo que, por naturaleza, no es matemático, la sustancia. 

Aristóteles no consideraba a las matemáticas como una disciplina adecuada para el estudio de la esencia de los fenómenos naturales. Aristóteles advierte y aprecia la belleza de la geometría del triángulo y de las matemáticas en general, pero rechaza que los números y los entes geométricos constituyan la intimidad o esencia de las cosas y de los seres. Por tanto, para Aristóteles, las matemáticas  que deforman la realidad.


Para Aristóteles, todo lo que llamamos cosas son  sustancias: una manzana, una mesa, un caballo, un hombre; y las sustancias constituyen la auténtica realidad. Lo que Aristóteles quiere dejar claro es que la sustancia,  es anterior y prioritaria respecto a las entidades matemáticas, y si las matemáticas pretendiesen conocer la sustancia y esencia de las cosas, entonces sí que deformarían la realidad. Ahora bien, si las matemáticas sólo aportan conocimiento cuantitativo, accidental  sobre la sustancia y esencia, no deformarían la realidad. Dicho con un ejemplo: la manzana pesa 300 gramos, la esencia de la manzana nunca podría ser conocida por la matemática, si la matemática pretendiese reducir la esencia de la manzana a cantidades, de vitaminas, grasas, hidratos... etc., deformaría la esencia de manzana, es decir, nunca conocería la auténtica realidad de la manzana, pero si sólo aporta información sobre la esencia no matematizable  de la manzana, entonces no deformaría la realidad.   Son dos cuestiones diferentes, como dice Aristóteles, qué tipo de conocimiento se puede tener de algo, y qué tipo de ‘ser’ corresponde a las cosas. De ahí que afirme que, mientras que las entidades matemáticas son en potencia, es decir, como posibilidades, en cambio, en sentido propio sólo los objetos sustanciales son en acto, y esto significa que, sin la anterioridad de la actualidad de los objetos sustanciales, no cabrían entidades matemáticas.


SANDRA COVES TARÍ 2BAT-B

martes, 10 de marzo de 2020

FELICIDAD, BIEN Y VIRTUD, por Lucía Escobar.


FELICIDAD, BIEN Y VIRTUD
Giles Deleuze, en su obra, ¿Qué es filosofía?, afirma que la filosofía es el arte de crear conceptos por lo que, para elaborar esta redacción lo haremos a modo de diccionario de los tres conceptos aristotélicos: bien,  virtud, y felicidad, y a partir de dichas definiciones, seguiremos el desarrollo lógico que Aristóteles realiza de  dichos conceptos. Comencemos por esas definiciones.   

1. Conceptos

Bien→ Para Aristóteles, el bien de cualquier ser físico es el telos, es decir, el fin al que está,  por naturaleza orientado. Este bien, depende de cada especie y consiste en el perfeccionamiento natural que le es accesible a cada especie. 



Virtud→ Sinónimo de excelencia. Como he dicho, el ser humano tiene una función natural, y las virtudes humanas consisten en el ejercicio de esa función realizada  con excelencia. Distingue dos tipos de virtudes, las éticas y las dianoéticas.

Felicidad→ Es el máximo bien del ser humano, su telos. Consiste en llevar un tipo de vida dedicado a perfeccionar la función natural humana: la razón. El filósofo distingue dos modos de vida feliz, modelo de vida teorética y modelo de vida propia de un hombre virtuoso, como ciudadano de a pié, en la polis. Por tanto la felicidad exige el desarrollo de la visión teleológica de Aristóteles. 
  1. Visión teleológica del Universo. 
    1. Para entender lo que significa para Arist. el bien y la felicidad, tenemos que enmarcarlos en la visión teleológica que tenía el filósofo del universo. Ésta se basa en tres principios
      1. Todos los seres tienden al cumplimiento de su fin natural o telos.
      2. El fin es distinto entre especies.
      3. El fin de cada ser natural es su bien y éste consiste en cumplir con su telos natural. Esto nos lleva a desarrollar el bien natural humano. 

  1. Bien natural humano o Telos
    1. Así como para un astro, su fin es moverse circularmente, para una semilla su fin es convertirse en una planta, para el ser humano su fin es la felicidad. Ésta consiste en ejercer una vida propiamente humana, que más adelante explicaré. No obstante, la felicidad no es el único bien o fin ya que evitar el dolor, buscar placer, mejorar la salud, y los saberes técnicos como la medicina, son otros fines o bienes. En general, lo que llamamos bienes son los fines u objetivos que perseguimos con nuestras acciones y saberes, fines que consideramos valiosos y deseables. Sin embargo, para Aristóteles, la felicidad es el fin último que perseguimos con nuestras acciones y elecciones. Por ello distinguimos dos tipos de bienes
      1. El bien supremo que es fin en sí mismo, perfecto y autosuficiente porque no se utiliza como medio para alcanzar otro fin: la felicidad.
      2. Todos los bienes restantes como la riqueza, el amor, la familia que son medios para lograr la felicidad.
      3. Ejemplo: estudiamos para aprobar un examen. Pero aprobar un examen es un medio para conseguir el bachillerato. Pero conseguir el bachillerato lo queremos para estudiar una carrera y así sucesivamente. Con esto vemos que todos estos fines los perseguimos para alcanzar la felicidad, la única cosa que no deseamos como medio para conseguir otras cosas.
    2. Esta concepción de la felicidad hace que la ética aristotélica sea teleológica. Es decir, las acciones son buenas o malas a medida que se acercan a un logro o fin determinado. ¿Cuál sea este fin determinado? es una cuestión que nos lleva a desarrollar cuál es el contenido de la felicidad. 
  2. Contenido de la felicidad
    1. La naturaleza, según Arist., ha dotado al ser humano de aquello que necesita para el cumplimiento de su fin. Le ha proporcionado el lenguaje y el logos, es decir, la capacidad de la racionalidad. Estas dos características del ser humano permiten ejercitar la razón en un contexto social de manera excelente. Por lo tanto, en esto consistirá la felicidad, ya que he explicado antes que el fin del ser humano es la felicidad.
    2. Para aclarar eso de ¨manera excelente¨, voy poner el siguiente ejemplo: el oficio de flautista no es solo tocar la flauta, sino tocarla bien. Pues con la felicidad pasa lo mismo, debes ejercer la función del hombre de la manera más perfecta, según la excelencia. En otras palabras, la felicidad consistirá en ejercer bien el oficio de humano a lo largo de toda la vida, esto es ejercitar la razón de modo excelente. Cuando ejercitamos bien la razón estamos siendo virtuosos, no obstante, con la virtud solamente, no alcanzamos la felicidad, según Aristóteles,  son necesarios también otros bienes que llama medios. 
  1. Medios para una vida buena y feliz
    1. Virtudes éticas
    2. El placer natural ligado al ejercicio de la racionalidad. Aris. lo argumenta de la siguiente forma: el ej. de la racionalidad es natural y como cualquier actividad natural es agradable, ésta ha de ser placentera.
    3. Un mínimo de bienes exteriores: amigos, familia, riqueza… El filósofo aclara que la felicidad no consiste en ellos pero que tampoco se da sin ellos. Son condiciones para la felicidad.
    4. De estos tres elementos, el más importante son las virtudes éticas. El hombre bueno o virtuoso ejerce la racionalidad y las virtudes éticas. Y el hombre malo, realiza justo lo contrario. Para Arist. un hombre bueno es un hombre feliz ya que cumple con su fin natural: la racionalidad. De ello trataremos seguidamente. 

  1. La racionalidad y la vida feliz
    1. Como hemos visto , la racionalidad es un concepto implicado directamente en la felicidad. Sin embargo, Aristóteles la desdobla en dos tipos:
      1. Práctica: reflexiona y calcula sobre lo más bueno y conveniente en cada situación
      2. Teórica: investigación de la verdad y búsqueda del conocimiento, por el conocimiento mismo.
    2. Este desdoblamiento, repercute en el tipo de vida feliz. Como he dicho antes, la vida feliz consiste en el ejercicio de la razón de manera excelente por lo tanto, si hay dos racionalidades, hay dos tipos de vida feliz:
      1. Vida teórica: propia del sabio, basada en el ejercicio de la racionalidad teórica, accesible sólo a los filósofos.
      2. Vida práctica: propia del hombre virtuoso en el contexto de la polis, basada en el ejercicio de la racionalidad práctica y felicidad propiamente humana, cualquier ser racional puede serlo. Ello nos lleva abordar el problema de la polis y la vida feliz. 
  1. La polis y la vida feliz
    1. Para Arist. una vida feliz es una vida en sociedad. Pero no solo vivir con los de la especie, sino interactuar con ellos ejerciendo la razón. En eso consiste en definitiva, ejercer la racionalidad.
    2. Además, si separamos a un humano de la polis, no podrá ejercer como humano ya que ello requiere ejercitar la racionalidad y la virtud y eso a su vez requiere a otros seres humanos.
    3. Por otro lado, la vida buena y feliz requiere leyes. El fin de estas es el bien común y su finalidad es crear hombres virtuosos y felices.
  2. Conclusión
    1. El telos del ser humano es la felicidad. No obstante,también existen otros bienes o fines como evitar el dolor, ya que son medios para lograr la felicidad. La felicidad consiste en ejercer la racionalidad de manera virtuosa o excelente. Por otro lado, la vida feliz requiere virtudes éticas, el placer natural que nos proporciona la razón y bienes exteriores. Aunque el más importante son las virtudes éticas, Aristóteles distingue dos tipos de vida feliz, la práctica empleando la razón práctica o prudencia que reflexiona y calcula sobre los medios y lo conveniente en cada situación y la vida teórica empleando la razón que se basa en investigación de la verdad y búsqueda del conocimiento. Por último, la vida en sociedad es para Aristóteles una vida feliz.

jueves, 9 de enero de 2020

Teoría del conocimiento. Por Daniel Almagro. 2ºA

ARISTÓTELES Teoría del conocimiento
Para un desarrollo adecuado de la temática de la redacción creemos importante responder a las siguientes cuestiones: ¿Qué es el conocimiento? ¿Qué es la experiencia? ¿Qué es el entendimiento? Comenzaremos esta redacción respondiendo a la primera pregunta, anteriormente citada.
Aristóteles distingue dos tipos de conocimiento. El conocimiento sensible, el cuál deriva de la sensación, es inmediato y fugaz ya que desaparece con la sensación que lo ha generado. Este empieza por los sentidos. Estos son capaces de captar la información del objeto. A través de la vista podemos observar una mesa, olemos el aroma de una colonia gracias al olfato, etc. Por lo que el conocimiento sensible es, el punto de partida del conocimiento, que culmina en el saber.
Aristóteles distingue tres tipos de saber: el productivo, es el que tiene por objeto la producción o la frabricación; el práctico, remite en la capacidad de ordenar racionalmente la conducta; y por último, el contemplativo que representa la forma de conocimiento más elevado, que conduce a la sabiduría.
Pero en animales superiores, como el hombre, la sensación se mezcla con la imaginación y la memoria sensitiva da lugar a un tipo de conocimiento más persistente. El resultado de esta mezcla genera la experiencia como resultado de la actividad de la memoria, una forma de conocimiento que nos permite saber que el objeto existe sin la necesidad de conocer ni la causa ni el porqué del objeto. Dicho esto, podemos decir que el punto de partida del conocimiento lo constituyen la sensación y la experiencia, pero el verdadero conocimiento es obra del entendimiento.
El entendimiento es el conocimiento de las sustancias por causas y principios es decir, nos permite conocer el porqué y la causa de los objetos, esto a de surgir de la experiencia. Un ejemplo de sustancia es la esencia, la naturaleza del objeto. Para Aristóteles conocer significa estar en condiciones de dar cuenta de la esencia del objeto conocido. Por lo que podemos decir que el conocimiento es propio de lo universal, de la forma. Universal es aquello que es común a un conjunto de entes y la forma es aquello por lo que algo es “lo que es” y la distingue de la materia de la que está hecha el objeto. Pero el entendimiento no puede entrar en contacto directamente con la forma ya que el hombre al nacer carece de contenido mental. Por lo que necesita la experiencia para nutrirse de sus objetos de conocimiento.
Por lo que decimos que los sentidos captan la realidad de una sustancia a partir de la cuál la imaginación elabora una imagen sensible , una imagen que contiene los elementos materiales y sensibles de la sustancia, pero también los formales. Sobre esta imagen actúa el entendimiento que separa lo que hay material de lo formal. Aristóteles distingue dos tipos de entendimiento: el agente y el paciente. El agente es el que separa la forma y la materia, es decir, nos indica a que categoría pertenece el objeto y el paciente es el que nos permite identificar a que categoría pertenece el objeto. Pongamos un ejemplo, nosotros vemos una mesa aquí intervendría el entendimiento agente que distingue que ese objeto que estamos captando a través de los sentidos pertenece a una categoría más general que será la mesa. A partir de esto el entendimiento paciente identifica que el objeto pertenece a la categoría mesa.
Otros filósofos como Parménides o Platón no compartían la misma opinión que Aristóteles, ya que, no consideraban que los sentidos formaran parte de la teoría del conocimiento pero en cambio para Aristóteles dice que los sentidos emplean un papel fundamental en el conocimiento. También Aristóteles plantea que la realidad era inteligible, pero Platón afirmaba que la materia es mutable por lo que no hay un verdadero conocimiento de la misma. Para Aristóteles todo lo que nos rodea esta hecho de materia y de forma pero sin dejar de la lado los sentidos.


En conclusión, Aristóteles decía que lo primero para el conocimiento son los sentidos y después el pensamiento. Los sentidos captan el objeto que, a través de la experiencia, que nos permite saber que el objeto existe. Pero el verdadero conocimiento es el entendimiento, que nos permite conocer el porqué y la causa de los objetos, este necesita la experiencia para nutrirse de conocimiento. También distingue dos tipos de entendimiento, agente y paciente, en el que el agente nos permite clasificar en una categoría el objeto y el paciente nos permite identificar a que categoría pertenece.

sábado, 19 de octubre de 2019

Vida y contexto histórico y filosófico.




Aristóteles, vida y contexto histórico y filosófico.


Vida

(384 a. de C. en Estagira, Macedonia, actual Stavró. Calcidia 322 a. de C. )

¿Qué hecho de la vida de Aristóteles le pudo llevar a cultivar la teleología o ciencia de los fines?, ¿Qué filosofía aprendió Aristóteles de Platón y por qué se distanció de ella?, ¿Por qué y cómo Aristóteles evitó el riesgo de ser asesinado como lo había sido Sócrates?, ¿por qué los discípulos de Aristóteles eran conocidos como peripatéticos? Estas interesantes cuestiones encuentran una respuesta en los hechos vividos por Aristóteles a lo largo de 62 años. ¿Qué nos puede enseñar a nosotros la vida de Aristóteles?


Probablemente la mayor pasión de Aristóteles fue la biología, el estudio y análisis de los seres vivos y sus propiedades. Es muy probable que esta afición por la biología le fuese inculcada por su padre, Nicómaco, que había sido médico y amigo de Amintas II, rey de Macedonia. En este sentido Galeno, nos dice que las familias de Asclepiadas (es decir, de médicos) hacían aprender a sus hijos la disección y es posible que Aristóteles tuviese alguna práctica en esta materia. La observación de los seres vivos y sus peculiaridades va a llevar a Aristóteles a desarrollar plenamente la teleología, (ciencia de los fines), es decir, esa ciencia que estudia las cosas, los seres, los entes, y en definitiva, la realidad, en función de los fines que han de lograr. Esto es algo que se observa especialmente en los seres vivos. Así, la finalidad de la bellota es germinar, crecer, desarrollarse y convertirse en una magnífica encina que produzca bellotas; la finalidad de un caballo es crecer, hacerse veloz y fuerte, y esa fortaleza puede ser útil en la batalla; la finalidad del ser humano es desarrollarse y llevar a plenitud sus potencialidades naturales en una vida feliz. Pero precisamente esta ciencia Aristóteles no la estudió en la Academia de Platón donde ingresó con 18 años aproximadamente.

En efecto, Aristóteles se desplazó de Estagira a Atenas para recibir una educación selecta en la Academia de Platón, en la que permaneció casi 20 años. La filosofía de Platón ejerció una influencia decisiva sobre Aristóteles. La filosofía platónica se caracteriza por considerar que el ser o la realidad última son ideas. Las ideas, para Platón, son entidades inmutables, (que no cambian), inengendradas, (que no nacen), imperecederas, (que no mueren), y por tanto eternas, son paradigmáticas o modélicas, universales, y constituyen el auténtico ser de las cosas. Estas ideas no se pueden conocer por los sentidos sino sólo por la inteligencia, su conocimiento es el más perfecto que se puede adquirir. Entre todas las ideas Platón destaca la idea de Bien a la que sólo llega el filósofo, por eso, al conocerla, puede enseñar lo que es bueno para la sociedad y para cada individuo. En el polo opuesto a las ideas están las cosas que vemos por los sentidos, éstas cambian, nacen, mueren y son copias, e imitaciones de las ideas, son singulares y son una apariencia de la realidad, se conocen por los sentidos que sólo nos proporciona un conocimiento imperfecto, propio del ignorante. Aristóteles compartió esta filosofía mientras permaneció en la Academia de Platón, pero poco a poco fue marcando diferencias importantes con Platón, principalmente porque Aristóteles consideró que Platón multiplicó los problemas en vez de simplificarlos y los multiplicó al crear dos mundos distintos, el de las ideas o inteligible, y el de las cosas o sensible. Aristóteles considerará que sólo hay un mundo sensible y experimentable del que podemos abstraer las ideas, sin ese mundo sensible y empírico no podremos adquirir las ideas que Platón colocaba en un mundo opuesto al sensible. Estas diferencias le llevaron a Aristóteles a abandonar la Academia de Platón.

Aproximadamente en el año 348a. De C. , la dirección de la Academia pasó a un discípulo de Platón llamado Espeusipo, que pretendía transformar la filosofía platónica en matemáticas, algo con lo que Aristóteles no estaba de acuerdo. Esto llevó a Aristóteles y otros discípulos de Platón a abandonar la Academia. Ya en el año 343 a. de C. aproximadamente Aristóteles fue invitado por Filipo, rey de Macedonia para hacerse cargo de la educación de su hijo, Alejandro, futuro emperador del mundo helénico. Durante este período Aristóteles se sirve de los clásicos griegos como Homero y los trágicos para educar a Alejandro y dedica, durante este tiempo, especial atención a los temas políticos. Esta relación de Aristóteles con Filipo y Alejandro le traerá problemas a la larga. Estos problemas vendrán porque la democracia ateniense se consideraba la mejor forma de gobierno para las ciudades-estado. Atenas, entonces, era una ciudad-estado, esto permitía que los que eran ciudadanos podían tomar parte de la asamblea y decidir respecto de las leyes de la ciudad y los asuntos importantes. Esta característica facilitó la llegada de los filósofos sofistas a Atenas. Asimismo este protagonismo activo en la vida pública de los ciudadanos era muy importante para un desarrollo en plenitud del ser humano que por naturaleza es un ser social. Pero, más tarde, con la llegada al poder de Alejandro, sobre el 335 A. de C. Aristóteles vuelve a Atenas y funda su propia escuela, el Liceo. No obstante, Alejandro comienza una política expansionista desde Macedonia que le llevará a suprimir las ciudades-estado para crear el imperio helénico. Este imperialismo macedónico de Alejandro irritó mucho a los atenienses porque perdieron el protagonismo que tenían en la vida pública. Esto llevó a los atenienses a desarrollar sentimientos en contra de Alejandro y su política imperialista. Especialmente a la muerte del mismo Alejandro, en el año 323, como Aristóteles había sido preceptor de Alejandro, el mismo Aristóteles fue objeto de animadversiones. Probablemente Aristóteles llegó a temer incluso que su vida pudiese asemejarse a la de Sócrates que murió asesionado. Esto le llevó a abandonar Atenas y refugiarse en Calcidia, una fortaleza protegida por Macedonia. Aristóteles murió aquí en el año 322. Pero no hemos de olvidar que 13 años antes de morir Aristóteles había fundado su propia escuela en Atenas, el Liceo.

Fuera de la ciudad de Atenas, al nordeste, probablemente entre el monte Lycabettus y el Ilissus, se extendía un bosque consagrado a Apolo Lycius y a las Musas, que había sido lugar favorito de Sócrates. Allí Aristóteles arrendó algunas casas -como extranjero no podía comprarlas- y fundó su escuela. Todas las mañana iba y venía paseándose con sus alumnos, en las galerías o entre los árboles, y discutía con ellos las cuestiones más profundas de la filosofía (Este hecho de enseñar filosofía y filosofar paseando llevó a sus discípulos a ganarse el epíteto de peripatéticos que traducido serían los que caminan dando vueltas). De hecho los numerosos libros que nos han llegado de Arisóteles es muy probable que sean apuntes que tomaron sus discípulos de las clases de Aristóteles, o apuntes del mismo Aristóteles para preparar sus clases en el Liceo.

La vida de Aristóteles nos muestra como la misma familia puede ser ocasión para sensibilizarnos con algún ámbito del conocimiento ya sea por tener familiares en ese ámbito o por haber sentido la necesidad de tener esos conocimientos y no disponer de ellos, ¿qué es lo más positivo de mi familia?; también nos muestra la vida de Aristóteles la necesidad de maestros y referentes que guíen nuestros pasos durante nuestra juventud, para Aristóteles fue Platón, pero ¿quién queremos que lo sea para nosotros?; del mismo modo que Aristóteles fue preceptor de Alejandro está claro que nosotros en el futuro ejerceremos una profesión ¿qué riesgos y ventajas tendrá esa profesión no lo sabemos ahora? pero, debemos saber evitar esos peligros como lo hizo Aristóteles y aprovechar las ventajas. Igual que Aristóteles al final de su vida y después de tanto esfuerzo e investigación tuvo algo que enseñar, ¿seremos capaces de elaborar nuestra propia visión de la vida para compartir nuestra experiencia con otras generaciones? La filosofía nos debe ayudar a hacerlo.


Contexto histórico y filosófico de Aristóteles


Aristóteles recopiló todo el saber filosófico que le precedió, pero no sólo recopiló la filosofía anterior, sino que también elaboró su propio pensamiento. En este sentido es conveniente responder a las siguientes cuestiones. A la hora de configurar y crear su propio pensamiento ¿en qué se asemeja y se distancia Aristóteles de los presocráticos, de Sócrates, Platón y de los sofistas? Siguiendo el ejemplo de Aristóteles ¿de qué doctrinas y fenómenos hemos de distanciarnos nosotros hoy para pensar por nosotros mismos como en su día lo hizo Aristóteles? ¿Qué podemos tomar del pensamiento de Aristóteles y otros filósofos para enfrentarnos a los desafíos que tenemos hoy en día?

De los filósofos anteriores a Sócrates, o presocráticos, también conocidos como los físicos por considerar que todo lo existente encontraba su explicación en un principio o arkhé del que brotaba todo, al que retornaba todo, y en el que se sostenía todo de acuerdo a unas leyes fijas, de estos filósofos Aristóteles tomará la importancia de la naturaleza como fuente de la que se origina todo a partir de unas leyes eternas. En efecto, lo bueno para los filósofos presocráticos viene determinado por ajustarse a las leyes naturales ya que todos formamos parte del cosmos o naturaleza. Aristóteles considera que el universo es una gran cosa o sustancia que está constituida por cosas o sustancias específicas, y la especificidad de la sustancia o cosa humana es disponer de racionalidad para conocer cómo se relacionan y están organizadas las demás cosas o sustancias en la sustancia suprema. En este sentido hemos de recordar que Aristóteles afirmará que la virtud no se produce ni por naturaleza, ni contra la naturaleza, sino por tener el ser humano cierta aptitud natural que ha de desarrollar de acuerdo a su condición de ser racional. Es decir, en la medida en que el hombre tiene por naturaleza la capacidad de pensar, que le distingue de los demás seres, toda decisión y acción ha de venir determinada por esta capacidad. En este sentido la virtud moral o el término medio al no ser nunca el mismo ya que depende del quién, del dónde, del cuando, del para qué, exige siempre la actividad del pensamiento para determinarlo con exactitud. Que la virtud debía determinarse por la racionalidad también lo pensaba Sócrates, pero con una diferencia muy profunda respecto a Aristóteles.

En efecto, Sócrates defendía el intelectualismo moral, una doctrina que afirmaba que el conocimiento racional del bien era condición necesaria y suficiente para practicar o hacer cosas buenas. Es decir, quien conoce el bien o la virtud necesariamente lo realizará y será virtuoso. Por ejemplo, si un zapatero conoce qué es y cómo es el zapato perfecto, entonces necesariamente producirá zapatos buenos. Alguien podría objetar que podría hacerlos mal para vender más y ganar más, pero en ese caso no sería un buen zapatero, sería un zapatero egoísta, no un buen profesional. Aristóteles refuta esta doctrina argumentando que conocer lo bueno es una condición, pero no por conocerlo necesariamente lo practicamos. Por ejemplo, cualquier fumador sabe que fumar es malo para la salud, pero esa sabiduría no le da toda la fuerza que necesita para dejar de fumar todos los cigarrillos que fuma cada día, ya que para dejar de fumar necesita realizar actos singulares y concretos de renuncia, por ejemplo, necesita renunciar varias veces al cigarro concreto de después de desayunar, y convertir esos actos de renuncia en hábitos; por ejemplo, necesita renunciar al cigarro concreto de después de comer, y convertir esos actos de renuncia en hábitos; necesita renunciar al cigarro singular de después de cenar y convertir esos actos de renuncia en hábitos, etc., etc. por lo que la virtud no está en el conocimiento sino en una cierta disposición para actuar según determinados hábitos. Pero Aristóteles no sólo pensaba diferente de Sócrates, también lo hacía respecto a Platón, discípulo de Sócrates.

Como ya dijimos al hablar de la vida de Aristóteles no sólo rechazó la separación que Platón hacía de las ideas y de las cosas, y el intelectualismo moral que defendían Sócrates y Platón, sino que también rechazó la teoría del placer que proponía Platón. Platón consideraba que el placer era una gratificación corporal, pero el cuerpo para Platón, además de la cárcel del alma, también era principio de ignorancia, por lo que, para adquirir verdadero conocimiento, era necesario privar al cuerpo de placer con una vida ascética para que el alma pudiese desarrollarse adecuadamente sin obstáculos corporales y conocer en profundidad las ideas. Para Aristóteles el placer y dolor lo compartimos con los animales y lo mamamos desde niños, pero ha de ser objeto del arte y la virtud, por tanto, el placer del virtuoso no es equivalente al placer que compartiríamos con los animales ni el que nos seduce como niños, sino que el placer y dolor del virtuoso es el resultado de una manera de conducirse de acuerdo a la elección del término medio desde la racionalidad práctica que nos mostrará cómo, cuándo, dónde, con quién y en qué medida nos hemos de apenar y alegrar. Esta diferencia con Platón no nos puede llevar a pensar que Aristóteles pensara de forma próxima a los enemigos de Platón y Sócrates, los sofistas. Aristóteles también se distanció de estos enemigos de Platón y Sócrates conocidos como sofistas.

Los sofistas eran conocidos como unos mercenarios de la educación en la Atenas regida por la democracia. Estos filósofos enseñaban a hablar en público a ciudadanos que habían adquirido esta condición principalmente por haberse alistado en el ejército y defender a Atenas de agresiones externas. El recibir dinero por enseñar estaba mal visto en este momento. Pero para participar en la asamblea o órgano que tenía el poder legislativo necesitaban saber hablar en público para defender sus intereses. Eso era lo que hacían los sofistas, enseñarles retórica, oratoria y eurística a estos ciudadanos para saber convencer en la asamblea de que sus intereses eran buenos. Precisamente esta doctrina sofista de que el bien y la virtud es subjetivo y relativo a cada uno y a cada sociedad era contraria a la posición de Aristóteles. En efecto, Aristóteles afirmaba que, de hecho, hay ciudadanos considerados por todos como ciudadanos virtuosos, ese hecho es una prueba de que la virtud no depende de cada uno ni es subjetiva. Por lo que, es necesario conocer cómo se comportan estos ciudadanos para saber lo que es la virtud objetivamente. Respecto a que el bien y el mal son relativos a cada sociedad, Aristóteles estaba convencido de que Atenas y los pueblos helénicos encarnaban la virtud y la excelencia respecto a los extranjeros a los que llamaba bárbaros. Y esto lo hacía en base al alto cultivo de la ciencia y racionalidad que se daba en los pueblos griegos frente a los extranjeros, pues para Aristóteles la racionalidad era la cualidad específica de los seres humanos frente a los animales, cualidad que en Atenas se cultivaba más que en los pueblos bárbaros. No obstante la situación de Aristóteles no es muy distinta de la nuestra si en la actualidad queremos buscar y elaborar nuestra propia doctrina.


En la actualidad, por un lado, tenemos unos lobbies que promocionan el consumo. Lobbies que parecen regirse por la doctrina sofista de tal forma que cada grupo empresarial intenta ofrecernos una visión de su producto como un servicio imprescindible para vivir bien. Así terminamos por autoengarños creyendo que el móvil de última generación es imprescindible, también el Ipad, el ordenador, tener muchos seguidores en las redes sociales, vestir a la última moda, tener el coche de moda, la moto, la bicicleta etc., pero, hasta qué punto estos productos sean buenos para nosotros, eso es una cuestión que necesitaría mucha reflexión, reflexión que los mismos lobbies tratan de que no hagamos, incluso pese a la amenaza del cambio climático. Vivimos en la prisa para no pensar y no pensar beneficia a unos pocos. Además, vivimos en un mundo globalizado en el que no existe el cosmopolita virtuoso sino que la globalización parece una estrategia sofista para que los lobbies económicos puedan deslocalizar sus empresas buscando un mayor beneficio, y aprovechando el vacío de poder de una autoridad mundial que exija el cumplimiento de los derechos humanos en todas partes. Por otra parte vemos en la política justo el ejemplo contrario de lo que propone Aristóteles, ya que vemos que va a la política no el ciudadano que todos consideramos virtuoso, sino el que es voluble para corromperse y pertenecer a partidos corruptos; incluso observamos que se realizan prácticas totalmente contrarias al intelectualismo moral de Sócrates y Platón, todos conocemos políticos que aprovecharon su puesto político para obtener másters y títulos universitarios; por lo que se refiere al placer, ni seguimos a Platón que lo rechazaba totalmente, ni a Aristóteles que consideraba necesario educarlo, ya que muchas personas caen en la adicción a las las drogas, al móvil, el alochol, a la comida rápida, productos azucarados... Tener el valor de pensar por un@ mism@ es algo que exige mucho esfuerzo, aunque al final nos proporcione auténtico placer. Debemos esforzarnos por este objetivo.